ACEITE DE
AGUACATE
El aceite de aguacate se
obtiene de la pulpa del aguacate, se utiliza mucho en cosmética por contener:
proteínas, aminoácidos, y altas cantidades de vitaminas A, D, y E; estos
componentes no solo nutren sino que también curan, ya que permiten que el
aceite de aguacate pueda regenerar las células tanto de la piel como del cuero
cabelludo.
El aceite de aguacate tiene
un porcentaje relativamente alto de insaponificables, es la proporción de
aceite que no pasa a formar parte del jabón, sino que retiene su composición
original.
Aunque el aceite de aguacate
no proporciona dureza al jabón, ni tampoco espuma, es imprescindible si
queremos que nutra y trate pieles delicadas.
ACEITE DE CALÉNDULA
Este aceite es reconocido en
fitoterapia por sus propiedades regeneradoras e antiinflamatorias; además es
cicatrizante, es decir, contribuye a que se cierren las heridas, y es ideal
para tratar las quemaduras.
En jabones hay que añadir 3
cucharaditas por kilo de jabón para obtener un producto que dé buenos
resultados en pieles secas y agrietadas.
ACEITE DE COLZA
El aceite de colza se extrae
de las semillas de una planta de la familia Brassica
Napus Linnaeus, es decir la mostaza, y nos interesa por sus proteínas.
ACEITE DE RICINO
El aceite de ricino es rico
en ácido ricinoléico; además atrae y retiene la humedad en la piel; es el
componente primordial en los jabones transparentes.
MANTECA DE CACAO
Se obtiene por prensado de
los granos de cacao; es una grasa saturada muy dura que para absorberse debe ir
acompañada de aceites como el de oliva, joroba, ricino o aguacate que facilitan
la absorción.
Es hidratante porque forma una película en la
piel que retiene la humedad.
Acompañado con vainilla o
canela se potencian sus propiedades
aromáticas.
En jabones no se debe
utilizar un porcentaje muy alto de manteca de cacao porque se agrieta, lo
normal es un 15% del total de fase oleosa.
ACEITE DE COCO
El aceite de coco se obtiene
de la copra, la pulpa del coco seca.
Es el responsable de gran
parte de la espuma del jabón, y muy apreciado por la hidratación que aporta a
la piel, cuando se utiliza en la cantidad adecuada, pero si nos excedemos en su
uso, entonces reseca la piel.
Al ser un aceite saturado el
jabón sale muy duro, pero con abundante espuma incluso con agua de mar.
ACEITE DE PRÍMULA
ACEITE DE BORRAJA Y
ACEITE DE ROSA MOSQUETA
Este grupo de 3 aceites es
especial por contener ácidos grasos esenciales.
El aceite de prímula se
obtiene de las flores de dicha planta y contiene un alto grado de ácido
gamma-linolénico.
El aceite de semillas de rosa
mosqueta, se obtiene del fruto oval de esta otra especie, que es rico en ácidos
grasos esenciales.
El aceite de borraja se
obtiene de las hojas de esta planta y es rico en ácido gamma-linolénico.
Decimos que estos ácidos
grasos son esenciales porque el cuerpo humano no puede producirlos, debe
obtenerlos de los nutrientes, son conocidos con el nombre de vitamina F.
Su importancia reside en que
inhiben el crecimiento bacteriano y promueven la producción de anticuerpos,
esto ayuda a nuestro sistema a defenderse de las infecciones y los procesos
inflamatorios; también se combinan con proteínas y con el colesterol para
construir membranas que unen las células entre sí.
Está en proceso de estudio la
teoría que se basa en que, las personas que sufren pérdida de agua que se
traduce en eccemas, caída del cabello y/o piel muy seca se debe a bajos niveles
de ácidos grasos esenciales.
En los jabones sólo hace
falta una cucharada sopera por dos kilos de jabón; son para personas con piel
seca.
ACEITE DE AVELLANA
El aceite de avellana se
obtiene del fruto del mismo nombre; es importante porque contiene un 80% de
ácido oleico y un 10% de ácido linoleico, ambos insaturados.
En los jabones hay que añadir
muy poco porque de lo contrario no solidificará.
ACEITE DE ALEURITES
MOLUCCANA
El Aleurites Moluccana es el
árbol oficial de Hawai. El aceite se obtiene por expresión de sus frutos y
flores. Sus propiedades van desde regenerar la piel agrietada por inclemencias
del tiempo , a ser el mejor producto contra las quemaduras, ello se debe a su
alto contenido en ácidos esenciales como linoleico y linolénico, por ello
también se usa contra el acné, la psoriasis y el eccema.
En la producción de jabón
pondremos una cucharada sopera por cada 2 kilos
de jabón.
ACEITE DE NUECES DE
MACADAMIA
Es un aceite altamente no
saturado que la piel absorbe con facilidad. Se obtiene de la presión en frío de
la nuez del árbol de macadamia, contiene un 80% de ácidos grasos monosaturados
y mucho ácido palmitoleico que actúa como antioxidante.
Es un componente de lujo en
jabones, tanto por su precio como por sus propiedades nutritivas.
ACEITE DE NEEM
Las hojas y la corteza del
árbol de Neem se utilizan para el tratamiento de diversos problemas de piel.
El aceite tiene propiedades
antisépticas y se usa para combatir la caspa, tratar la piel grasa y contra la
sarna.
También es un buen repelente
de insectos.
Aporta dureza y propiedades
suavizantes a los jabones, ya que posee una mezcla equilibrada de ácidos grasos
saturados y no saturados.
ACEITE DE OLIVA
Es el que se obtiene por
presión del fruto del olivo, es decir de la oliva o aceituna; y es importante
saber los distintos tipos que hay porque todos no son igual de buenos para la
elaboración de jabón.
Tipos:
·
Aceite
de oliva extravirgen: se obtiene del primer prensado en frío de la oliva.
·
Aceite
de oliva virgen: se obtiene del siguiente prensado y requiere refinado
·
Aceite
de oliva refinado de calidad A: el prensado siguiente, y requiere un proceso de
refinado mayor.
·
Aceite
de oliva refinado de calidad B: el prensado siguiente y utilizan hexano para su
extracción.
·
Aceite
de oliva refinado: se prensa la pasta anterior mas los huesos de las aceitunas.
Cada prensado es de menor
calidad para la nutrición, pero mejor para elaborar jabones ya que poseen más
insaponificables, componentes que no reaccionan con la sosa para hacer jabón,
por lo que el jabón tiene más aceites libres. Los insaponificables actúan como
catalizadores, es decir, ponen en marcha la reacción.
Cuando más virgen sea el
aceite más tarda en saponificar. Lo mejor es utilizar la categoría A.
Este jabón limpia en
profundidad y a la vez es delicado con las pieles sensibles.
ACEITE DE PALMA Y ACEITE DE PALMISTE
El aceite de
palmiste se obtiene de los dátiles de las palmeras africanas y contiene ácido
láurico.
El ácido
láurico, posee dos propiedades: saturación y bajo peso molecular lo que aporta
dureza y espuma.
El aceite
de palma se obtiene de la pulpa del fruto de la palmera cocotera.
ACEITE DE CACAHUETE
El aceite de cacahuete es
suavizante como el de oliva y el de ricino; es rico en vitamina E y la piel lo
absorbe fácilmente, pero no aporta nada nuevo que no nos dé el aceite de oliva.
Los jabones que produce son
blandos, con poca espuma.
Al ser altamente insaturado
se vuelve rancio con el tiempo.
ACEITE DE SÉSAMO
El aceite de sésamo, contiene
tres sustancias insaponificables que son: sesamolina, sesamina y sesamol y su
importancia reside en que tienen propiedades antioxidantes que resisten la
ranciedad.
Se requieren 56 g de aceite
de sésamo por 2,2 kg de jabón.
MANTECA DE KARITÉ
Se obtiene del prensado de
los huesos del fruto del árbol de la manteca africana. Contiene un 11% de
insaponificables, que son los componentes del aceite que no entran en contacto
con el hidróxido sódico, sino que permanecen en su estado original en el jabón
con sus propiedades nutrientes e hidratantes, por eso es estupenda para
elaborar jabones.
La manteca de karité se
incorpora a la fase acuosa con los demás aceites, o bien cuando cuaje el jabón,
se incorpora al cuajo una vez derretida.
ACEITE DE SOJA
Este aceite se extrae de las
semillas de la soja; es interesante por contener elevado porcentaje de ácido
oleico y linoleico.
En los jabones aporta
suavidad y espuma estable, por lo cual se utiliza como relleno junto con el
aceite de oliva.
ACEITE DE GIRASOL
Se extrae de las semillas,
pipas, del girasol.
Es hidratante y deja una
película en la piel que retiene la humedad; además su interés radica en que
contiene ácido linoleico, vitamina E y antioxidantes naturales que resisten a
la ranciedad.
En los jabones alargan el
tiempo que tarda en producirse la saponificación y aportan dureza aljabón.
Los tocoferoles, un tipo de
vitamina E, son antioxidantes que se utilizan para evitar que se enrancien los
jabones y sus componentes.
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