El bocio por déficit de yodo.
El cuerpo humano contiene de 20 a 30 mg de yodo, de ellos el 75% se
encuentra en la glándula tiroides, la mayor glándula endocrina del
cuerpo, localizada en los laterales del cuello, a la altura de la
laringe; y se almacena allí porque es un componente de las hormonas
tiroideas. Estas hormonas son las principales reguladoras del
metabolismo energético del cuerpo.
Su símbolo es I y su número atómico 53.
Es un elemento químico esencial para el organismo. En la tabla
periódica de los elementos químicos, se engloba dentro de la
familia de los halógenos (fluor, cloro, bromo, Yodo). En condiciones
de laboratorio es un gas; pero en su estado natural se presenta como
líquido o sólido.
Nuestro cuerpo lo obtiene básicamente con el consumo de
pescados, mariscos, algas, frutas y verduras. Se absorbe en el tracto
intestinal y es transportado por el torrente sanguíneo hasta llegar
a la glándula tiroides para ser almacenado y utilizado en la
producción de hormonas.
La glándula tiroides fabrica las hormonas tiroxina y triyodotironina
que contienen yodo y que juegan un papel muy básico en la
biología actuando sobre las transcripción genética para regular la
tasa metabólica basal. La acción de dichas hormonas es
indispensable para el crecimiento y desarrollo del sistema nervioso
central en la etapa prenatal y los primeros años de vida del ser
humano, además de su crecimiento y desarrollo somático ulterior.
Los
trastornos en los niveles adecuados de yodo pueden desencadenar:
Por
deficiencia:
- Hipotiroidismo.
- Hipotermia e intolerancia al frío
- Disminución de la tasa metabólica basal.
- Aborto en mujeres embarazadas.
- Deformaciones fetales, así como retraso mental posterior o cretinismo.
- Bocio ( agrandamiento de la glándula tiroides, que debe trabajar más para captar el yodo)
- Fatiga crónica.
- Apatía.
- Sequedad de la piel.
- Aumento de peso.
Por
exceso:
- Aumento de la tasa metabólica basal.
- Apetito voraz.
- Sed inagotable.
- Pérdida de peso.
- Debilidad general.
- Intolerancia al calor.
- Nerviosismo.
- Trastornos cardíacos.
Funciones
que desempeña:
Estas son
algunas de las funciones más importantes del yodo:
- Participa en la formación de las hormonas tiroideas, tiroxina y triyodotironina.
- Es necesario para obtener energía corporal.
- Ayuda en la absorción de hidratos de carbono.
- Mantiene en buen estado uñas, pelo, piel y dientes.
- Mejora la agilidad mental.
- Ayuda a regular y sintetizar el colesterol.
- Está presente en las fases de crecimiento y desarrollo del organismo.
- Ayuda a que nuestro organismo queme el exceso de grasa.
- Participa en el funcionamiento de tejidos nerviosos y musculares.
- Participa en el sistema circulatorio.
- Es necesario para el correcto metabolismo de los nutrientes.
Su
déficit puede provocar:
Su deficiencia
puede ocasionar una serie de trastornos en el organismo, estos son
algunos de ellos:
- Bocio simple.
- Que la persona sea muy sensible al frío.
- Que la persona aumente de peso alcanzando obesidad.
- Que se padezca la enfermedad de Cretinismo que cursa con un retraso físico y mental.
- Que se produzca una baja actividad metabólica.
- Que la piel y el pelo se muestren secos.
- Mayor propensión a padecer palpitaciones cardiacas.
- Mayor propensión a padecer hipotiroidismo.
Se
deben tener cuidado con el abuso de alimentos que favorecen la
perdida de yodo, por ejemplo el repollo o la col. Los excesos
de iodo pueden interferir negativamente en la glándula tiroidea,
ocasionando su mal funcionamiento y por tanto su administración
externa a la comida es peligrosa.
Toxicidad:Las
dosis superiores excesivas pueden causar alteraciones serias como el
hipertiroidismo. Además la intoxicación por yodo puede dar entre
otros, los siguientes síntomas:
- Vómitos.
- Sabor metálico.
- Diarreas.
- Espasmos intestinales.
Nutrientes
sinérgicos:
La combinación
con cualquiera de estos elementos, potenciará los efectos del yodo:
Alimentos
ricos en Yodo:
Estos son algunos de los alimentos más ricos en yodo:
Sal yodada (1500-2500 mcg).
Mariscos en general (200-300 mcg).
Almejas y Mejillones (130 mcg)
Gambas (130 mcg).
Bacalao (120 mcg)
Caballa (74 mcg).
Anchoas (70 mcg)
Atún (50 mcg).
Salmón (34 mcg).
Sardina fresca (32 mcg).
Lenguado (17 mcg).
Legumbres (10-14 mcg).
Brócoli (15 mcg).
Zanahoria (15 mcg).
Espinacas (12 mcg).
Piña (hasta 12 mcg)
Higos secos (4 mcg).
Té (8mcg).
Algas: Kelp y Fucus
En toda verdura
y hortaliza cultivada en suelos ricos en Yodo: Cebollas. Plátano.
Rábano. Peras.
Enfermedades
en las cuales su uso puede hacerse aconsejable:
Estas son
algunas de las enfermedades donde el uso del yodo, puede estar
recomendado:
- Bocio simple.
- Prevención de daños por radiación de la gládula tiroides.
- Obesidad.
- Sequedad de piel o pelo.
- Colesterol.
- Cretinismo.
- Hipotiroidismo.
En los accidentes nucleares (Japón), se desprenden en el
ambiente yoduros que pueden acumularse en la tiroides; este yoduro
radiactivo puede provocar cáncer de tiroides, por ello como medida
profiláctica se administra yodo a la población para fortalecer la
tiroides y que no absorba yoduros.
En EEUU el bocio era una enfermedad endémica hasta que el estado
obligó a vender la sal de mesa yodada.
El yodo también lo utilizan los excursionistas en forma de tabletas
para desinfectar el agua en aquellos países que no hay agua potable.
El yodo es un
buen antiséptico, es el componente del Betadine o povidona yodada
Bibliografía:
- MEDLINEPLUS MEDICAL: El Yodo en la dieta.
- ELLEN MOYER: Vitaminas y Minerales.
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