Se trata de una dermatosis crónica,en la que está implicado un ácaro específico del género Demodex( de ahí que en casos graves se utilicen antibióticos e anti inflamatorios), que crea condiciones optimas para que prolifere una flora bacteriana muy perjudicial responsable de los síntomas.
La enfermedad cursa con pápulas y pústulas de color rojizo, en la zona facial ( perioral, perinasal o periocular).
No hay seborrea ni comedones, pero si alteraciones vasculares en la cara.
El tratamiento más idóneo es con ácido azelaico (Azelac de laboratorios Sesderma). El ácido azelaico es queratolítico y antimicrobiano, inhibe la tirosinasa y la enzima 5 alfa- reductasa, impidiendo que prolifere la flora bacteriana patógena.
Hay que evitar la exposición solar, utilizar cremas con protección 50+.
Utilizar productos calmantes a base de avena, o sencillamente humedecer la cara y limpiarla frotando un puñado de copos de avena sobre la piel. Luego aclarar con leche casera de avena.
Utilizar venotónicos o gel de aloe casero, que estimulan la formación de colágeno y mejoran la microcirculación de la zona.
Ayuda muchísimo tomar en ayunas un vaso de agua con una cucharadita de bicarbonato sódico.
Hacer un peelin semanal suave, para desprender las células muertas, favoreciendo la regeneración de la piel.
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