domingo, 21 de octubre de 2012

Ícaro y Dédalo

En la isla de Creta reinaba Minos, hijo de Europa. El rey tenía a su servicio un famoso arquitecto e inventor llamado Dédalo; este era quien, por orden del rey construyó la pasmosa e ingeniosa serie de corredores llamada "El laberinto". Tan intrincada y compleja era esta red de pasadizos, que quien penetraba en ella, ya no encontraba jamás la salida.

Pero llegó un día aciago, en el cuál Dédalo perdió el favor del rey. Para castigarle, Minos hizo detener y encarcelar a Dédalo y a su hijo Í caro. Sin embargo, tras cuidadosa meditación, el hábil Dédalo encontró un medio de escapar. Fabricó dos pares de alas, uno para él y otro para su hijo, y estas alas las adhirió a los hombros de ambos con cera.

Mediante sus alas, Dédalo y su hijo se elevaron por los aires y huyeron de su prisión, Se fueron remontando más y más en su vuelo. Pronto notaron los rayos abrasadores del sol. -¡"Cuidado hijo mío,- gritó Dédalo- no vueles tan cerca del sol"! Pero Ícaro, tan contento estaba con sus alas y con poder volar como un pájaro, desoyó la advertencia paterna. Ascendió más y más, y se fue acercando más y más al sol.

De pronto sintió que caía. Lanzó un grito y trató de retener sus alas, pero ya era demasiado tarde. El intenso calor solar había fundido la cera. Ícaro se precipitó en el vacío, hasta caer como una piedra en el golfo que hoy lleva su nombre. El desconsolado padre, que no pudo hacer nada para salvar a su hijo, prosiguió su vuelo, y consiguió poner pie, sano y salvo en Sicilia.

sábado, 20 de octubre de 2012

El rapto de Europa

En la antigua mitología, los dioses poseían poderes realmente mágicos. Podían aparecer y desaparecer, volar por los aires en un abrir y cerrar de ojos, y cambiar de forma a voluntad.
Una vez , Júpiter, señor de los dioses, vio desde la ventana de su palacio a una hermosa doncella que retozaba con sus amigas en un prado. Quedó tan prendado de su belleza, que decidió bajar a la Tierra  y cortejarla.

Cuando llegó a la Tierra, convirtióse en un hermoso toro blanco. Avanzando por la hierba, se dirigió al prado donde Europa jugaba con sus amigas. Al verlo, las demás doncellas huyeron lanzando gritos de pavor; únicamente Europa no mostró temor alguno. Cautivada por el hechizo de Júpiter, acercose al toro blanco, de mirada tan mansa y dulce , que ella tendió la mano y le acarició la testuz. Puso entonces en torno al cuello del animal una guirnalda de flores. Cuando vio que el toro se arrodillaba a sus pies, se sentó en su lomo y acomodose en él. Pero instantáneamente el toro salió corriendo y, ante la consternación de Europa, saltó al mar, con la doncella aún sobre él.

Pero el toro cabalgaba las olas con tanta suavidad, que ningún mal aconteció a la doncella. Finalmente, llegaron a la orilla opuesta, donde Júpiter se le reveló en todo su esplendor, diciéndole:-" Hice esto por amor de ti. ¿Quieres ser mi esposa?."

Abrumada por la majestad del dios, Europa consintió en ello. Se celebraron en Creta sus esponsales con Júpiter al cual daría tres hijos. El continente adonde fue transportada Europa recibió el nombre de la doncella.

viernes, 19 de octubre de 2012

Arroz negro o arroz Venere

El nombre "Venere" viene  de la diosa romana Venus, diosa del amor, para los griegos Afrodita, y cuentan las leyendas que nació de la espuma del mar; otros dicen que fue de los genitales de Urano que cortó su hijo Cronos y los arrojó al mar, dando lugar así al nacimiento de la diosa.

Es interesante ver el cuadro que pintó Sandro Botticelli, llamado "El nacimiento de Venus"....La nascita di Venere......pero centrándonos en el arroz éste es un tipo de arroz integral muy aromático con elevadas propiedades organolépticas que sabe como las nueces; al cocerlo se vuelve de color púrpura, y es muy rico en minerales, en vitaminas E y B, en aminoácidos , en antioxidantes y en fibra.
Tarda unos 50 minutos en cocer y requiere el triple de agua que un arroz normal.

Los asiáticos, que no echan el arroz en agua hirviendo sino que lo cuecen al vapor, le llaman a esta variedad "arroz del emperador" porque debido a su calidad estaba prohibido su consumo para el pueblo.






Los cereales pertenecen a la familia de las gramíneas, la cual incluye varios géneros:

  • Trigo: género Triticum
  • Cebada: género Hordeum
  • Centeno: género Secale
  • Avena: género Avena
  • Arroz; género Orryza 
  • Maíz: género Zea
  • Sorgo: género Sorghum
  • Mijo : géneros Setalia, Eleusine, Panicum,Penni setum

Prometeo y el don del fuego

De todos los dones que los dioses guardaban celosamente en el Olimpo, uno de los más preciados era el fuego. Zeus, señor y padre de los dioses, se oponía rotundamente a que el hombre poseyera ese don, pues temía que con el fuego , el hombre se igualara a los dioses en fuerza y poder, y quién sabe si hasta los sobrepasaría. Por ello la empresa de entregar el fuego a los hombres, estaba rodeada de innumerables peligros.
El hombre sin fuego, no podía cocinar, por lo cuál comía la carne cruda, el pescado crudo...tampoco se le daba muy bien en la caza, pues sus armas hechas con piedras afiladas y madera, no le permitían mantenerse alejado de su presa una distancia prudente...y muchos perecían al intentar cazar; tampoco podía calentarse, por ello era frecuente que murieran de frío en el invierno...

Pero un amigo del hombre, el gran titán Prometeo, cuyo nombre significa "Previsión", decidió un día desobedecer a Zeus. Los titanes eran arrogantes y gigantescos semidioses de una fuerza colosal; descendían de Gea (La Tiera) y de Urano (El Cielo). Prometeo, que poseía el don mágico de vaticinar el futuro, era el ayudante y consejero de confianza de Zeus.

Cuando el padre de los hombres y de los dioses, descontento de las dos razas humanas que había creado, decidió crear una nueva estirpe, pidió ayuda a Prometeo para este menester. Con trozos de arcilla, Prometeo modeló la nueva raza, y Zeus les infundió vida. Pero los nuevos hombres no prosperaban, Prometeo les veía luchando contra el frío, el hambre y la muerte...y al observar sus sufrimientos el corazón se le henchía de profunda piedad. Cuando Zeus desoyó su petición de que diera el fuego a los hombres, Prometeo robó la llama mágica del Olimpo, la escondió en una caña  y descendió a La Tierra para llevar aquel gran don a los hombres.

Prometeo no solo llevó el fuego a los hombres sino que les enseñó a usarlo; en la fragua ardiente tomaron forma herramientas de metal; cuchillos, lanzas, espadas, flechas con punta de bronce....sus cuevas conocieron el calor del fuego en los crudos inviernos....y sus bocas disfrutaban de nuevos sabores al poder cocinar los alimentos.....el hombre conoció el poder del fuego....Pero Zeus no olvidó la traición de Prometeo y desde aquel día empezó a fraguar su venganza....en ella tendrían un papel importante una armoniosa doncella ,Pandora, y una cajita especial.....

La caja de Pandora

Cuando Prometeo arrebató el fuego del Olimpo para entregarlo a los hombres, Zeus juró tomar cumplida venganza. El astuto Zeus decidió crear una hermosa doncella destinada a casarse con Prometeo y perderlo. Utilizando agua y tierra como ingredientes, Zeus y su hijo Hefestos, el dios herrero, modelaron una hermosa doncella, que fue la primera mujer. Para hacerla más atractiva, cada uno de los dioses restantes la dotaron de alguna cualidad especial: la gracia, el encanto, el ingenio, la armonía...Como todos los dioses derramaron sus dones sobre ella, recibió el nombre de Pandora, que significa "todos los dones".

Un día Zeus llamó a Pandora y le entregó una misteriosa arquilla, diciéndole: "Te hemos elegido para esposa de Prometeo. Irás a La Tierra y te presentarás a él como un regalo mío. Llevarás contigo esta caja, que debe permanecer cerrada a toda costa."

Con estas palabras, Zeus despachó a Hermes, mensajero de los dioses, para que acompañara a Pandora a la La Tierra.

Una mañana llamaron a la puerta de Prometeo. Cuando el titán la abrió, halló erguida ante él  a la más hermosa y adorable criatura que habían visto sus ojos. Llevaba en la mano una caja de aspecto singular.
-Soy Pandora- dijo la recatada doncella- y vengo aquí como regalo del mismo Zeus.

Deslumbrado por su belleza, Prometeo ya se disponía a aceptarla, cuando la razón le dijo que aquello era una treta del astuto Zeus. En consecuencia, la devolvió al Olimpo, con gran disgusto del padre de los dioses.

Zeus decidió llevar a cabo un segundo intento y ordenó a Hermes que condujera a Pandora a casa de Epimeteo, hermano de Prometeo. El irreflexivo Epimeteo, cuyo nombre significa " reflexión tardía" , quedó tan cautivado por Pandora que desechando toda prudencia, consintió en tomarla por esposa.

A Pandora y a su marido les intrigaba muchísimo el secreto que encerraba la famosa caja. Un día, incapaces por más tiempo de refrenar su curiosidad, la abrieron y miraron en su interior, con la esperanza de hallar un tesoro. Pero de ella se escapó un negro enjambre de monstruos y diablillos, junto con todos los males que a partir de entonces afligirían a los dioses.

Horrorizada, Pandora trató de cerrar la caja, pero ya era demasiado tarde. Únicamente quedaba en ella un espíritu, la Esperanza, que es cuanto resta para consolar a los hombres en los tiempos de desgrácia y aflicción.
Pero Zeus aún no se había vengado de Prometeo. Lleno de impaciencia, hizo prender al titán y encadenarlo a una cumbre rocosa del Cáucaso. Dos gigantes, ayudados por Hefesto se apoderaron de Prometeo, lo cargaron de cadenas y se lo llevaron a la altiva cumbre.
Allí quedó tendido Prometeo, desvalido y encadenado a la roca. Todos los días, antes de la puesta de sol, un enorme buitre  se abatía sobre él para devorarle las entrañas. Pero a la mañana siguiente, éstas se le habían formado de nuevo. Este espantoso tormento continuó día tras día, año tras año, pero Prometeo aún se negaba a acatar la voluntad de Zeus. Y así el gran amigo de los hombres se vió condenado a sufrir un eterno tormento, encadenado a la roca y siendo presa del devorador buitre.

domingo, 14 de octubre de 2012

Endimión y la diosa de la Luna

Endimión y la diosa de la Luna

A veces cuando hay luna llena la sombra de una hermosa mujer cruza el disco plateado, con una mano sujeta a una traílla de perros de caza.
Es Diana, diosa de la luna, protectora de las castas doncellas, y patrona de la caza.
Muchos dioses inmortales requirieron de amores a la bella Diana, pero ella, fría y altiva, rechazó siempre a sus pretendientes. No otorgó sus favores a ninguno de ellos, castigando en cambio duramente a quienes se mostraban demasiado osados o temerarios.
Sin embargo, Diana también sucumbió una vez a las flechas de Cupido. Su corazón no se prendó de un dios ni de un príncipe, sino de un joven pastor llamado Endimión, el cual la cautivó completamente.
Vio por primera vez al bello pastorcillo una noche, cuando cruzaba por encima de los prados del monte Latmos. Volvió noche tras noche para verlo, contemplándolo extasiada cuando él dormía apaciblemente en la hierba junto a sus ovejas.
Una de aquellas noches descendió al prado y besó suavemente al pastorcillo; pero éste no llegó a despertarse, ni después sospechó que había tenido una diosa a su lado.
A medida que pasaba el tiempo, sus visitas se hicieron más frecuentes.... a veces  se olvidaba de efectuar su viaje regular por los cielos, otras veces abandonaba el carro e iba a verlo, y así fue que el mundo se veía más triste y oscuro sin la claridad plateada de la luna,
Sus repetidas ausencias del cielo, llamaron la atención de los demás dioses, éstos se lo contaron a Júpiter, el cuál ordenó que la siguieran hasta averiguar la razón de tal conducta.
Una noche la encontraron embelesada al lado de su pastorcillo, y entonces de nada valieron sus lamentos ni su declaración de amor por aquel humano....Júpiter se mostró inflexible, le recordó a Diana su voto de castidad y le prohibió a Diana que volviera a tener ese tipo de conducta con humanos.
En cuanto al pastorcillo, le dio a elegir entre la clase de muerte que quisiera o la juventud eterna, sumido en un sueño del que jamás despertaría. Endimión optó por la segunda salida, y acto seguido Júpiter hizo que descendiera sobre el joven pastor un sueño eterno.
De vez en cuando la diosa de la luna se olvida de la prohibición de Júpiter y contempla al pasar al pastorcillo dormido en una de las laderas del monte Latmos...pero nada puede arrancar de su profundo sueño a Endimión, el pastor que fue amado por una diosa.

domingo, 7 de octubre de 2012

El sacrificio de Alceste

Las gentes avanzaban con paso medroso y hablaban en susurros por las calles de Ferea, ciudad de la Tesalia. El ágora o plaza pública, por lo general tan bulliciosa y concurrida, estaba entonces vacía y callada. Pero frente al palacio general se habían reunido multitud de ciudadanos, los cuales esperaban ansiosamente conocer noticias sobre el estado del rey.
Pues ha de saber el lector queAdmeto, rey muy querido de Ferea, se hallaba gravemente enfermo y su estado empeoraba de día en día. Los mejores médicos del rey fracasaban en sus intentos por detener los avances de la cruel enfermedad.
Finalmente cuando el rey ya se hallaba al borde de la muerte, Apolo, que le profesaba gran amistad, voló al Olimpo para interceder personalmente ante Júpiter por el rey.
-Solo una condición- contestó Júpiter..."alguien tiene que reemplazarlo"; cuando otra persona se ofrezca a morir en su lugar, devolveré la salud al rey.
Regresó al instante Apolo al palacio del rey, donde encontró a los ancianos padres del monarca, sus deudos, cortesanos y generales, impetrando a los dioses su curación. Pero cuando Apolo les expuso la condición impuesta por Júpiter, todos se retiraron amedrentados. Ninguno de ellos quería morir en lugar del rey.

Los ancianos padres gritaron:
-¡Nos quedan muy pocos años de vida y no podemos renunciar a ellos!.
Después, Apolo apeló a los cortesanos, a los soldados, a los servidores, sin lograr persuadir a ninguno.
Nadie quería cumplir el juramento  que había prestado de morir por su rey.

Cuando Apolo, entristecido,se disponía a abandonar el palacio, una mujer se acercó a él con paso firme.
-No busques más- le manifestó con voz resuelta.....-Yo, Alceste, ocuparé el lugar de mi marido.

Apolo se quedó consternado al ver quien era, intentó disuadirla por todos los medios..pero todo fue en vano. La reina se dispuso a ocupar el lugar de su marido moribundo.
Y a medida que mejoraba el estado del rey, iba languideciendo la reina; pronto esta estuvo en el trance de morir.
Aquella noche Tánatos, La Muerte, apareció rondando el palacio con su negra sombra.
Pero cerca de allí se encontraba Hércules, al que los ciudadanos pusieron al corriente del sacrificio de Alceste, y el héroe como tal no permitió que ocurriese aquella desgracia.

Ya entrada la noche se dirigió al palacio y allí esperó a Tánatos, cuando La Muerte se inclinó sobre Alceste para ordenarle que la siguiera, una mano poderosa la apartó a un lado no pudiendo emitir orden alguna, con lo cual la reina se salvó.